viernes, 26 de febrero de 2016

Pelo Pato Puk

No hay nada más bonito que un cabello bien cuidado: fuerte, sano, brillante, sedoso e hidratado.  El pelo dice mucho de nosotras.  Nos identifica el corte que llevamos, el peinado que nos hacemos, el tinte que nos echamos (o no), los complementos que nos ponemos…  Cada una puede hacer mil maravillas con su pelo.  Sin embargo, siempre se debe partir de una buena base y, por eso, en nuestra entrada de hoy, vamos a ver varios trucos para cuidarlo y mantener un cabello precioso.



Primero, conviene conocer cómo es la estructura de nuestro cabello para saber cuidarlo.  Un solo pelo está formado por tres capas: la externa se llama cutícula, la intermedia es la corteza y la interna se denomina la médula.  Todas estas capas están hechas principalmente de una proteína llamada queratina.  De hecho, aproximadamente un 91% de nuestro pelo es pura proteína, formada por millones de cadenas de aminoácidos que se unen por puentes de sal, hidrógeno y disulfitos.

Con el calor y la humedad, estos puentes se modifican, lo que nos permite rizar o alisar el pelo, pero cuando lo maltratamos, estos puentes se rompen, y nos encontramos con las temidas “puntas abiertas”, el pelo pajoso y un cabello con poca fuerza y poco volumen.

Pero ahora que tenemos los conocimientos básicos, vamos a pasar a la práctica. ¿Cómo evitar que nuestro pelo se estropee y conseguir y mantener un cabello digno de presumir?

1.  Lavado



A veces caemos en el mal hábito de lavarnos el pelo todos los días.  Obviamente, no queremos tener un pelo sucio y grasiento.  Sin embargo, cuando nos lavamos el pelo demasiado a menudo, estamos eliminando los aceites naturales que lo hidratan y esto hace que se reseque y se dañe.  Intenta lavarte el pelo como mucho 2 o 3 veces a la semana (día sí - día no, por ejemplo), y recógetelo con un peinado bonito cuando no sea demasiado urgente lavarlo.  Y si no te queda más remedio que lavártelo, con que apliques y masajees el champú en las raíces del pelo vale, ya que al aclarártelo la espuma que va cayendo hará el resto.

Por otra parte, es muy importante utilizar los productos correctos.  Trata de comprar champús que no contengan parabenos y sulfatos, ya que estos a la larga producen irritación en la piel y en los ojos, además de contaminar el medio ambiente.  Cuanto más natural sea, mejor.  Conviene usar aquellos productos específicos para tu tipo de pelo: rizado, liso, seco, grasiento, fino, grueso, teñido…

También, aplicar un suavizante durante al menos 5 minutos (mientras te enjabonas o depilas, por ejemplo) después del lavado con champú, ya que ayuda a que tu pelo se mantenga hidratado.  Póntelo solamente en las puntas y, después, acláralo bien para que no queden trazos grasientos.

Por último, intenta utilizar agua ni muy caliente ni muy fría, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden dañar el pelo.  Una temperatura media es lo ideal.

2.  Hidratado

Normalmente no basta únicamente con un suavizante normal.  Hacer un tratamiento de hidratación profunda una vez a la semana hará que tu pelo se mantenga fuerte y sano.  Utiliza una buena mascarilla (echádle un vistazo a las recetas de mascarilla de aguacate) o un aceite natural (como el aceite de coco, de almendra o de lavanda).



Los pasos a seguir para que sea efectiva son: 1) aplicar la mascarilla o el aceite por todo el pelo con la ayuda de un peine para asegurar que se distribuya de manera uniforme y no quede ninguna zona sin tratar, 2) cubrir tu cabello con papel de aluminio, film transparente o con un gorro de baño, 3) darle durante 5 - 10 minutos con un secador a temperatura media (lo que activa las partículas que hidratan el pelo – importante lo de cubrir nuestro cabello con mascarilla al usar al secador porque si no se reseca) y 4) dejarlo funcionar al menos una hora.  Si quieres que el tratamiento sea aún más profundo, déjate la  mascarilla por la noche; cuanto más tiempo lo dejes actuar, más tiempo tendrá para seguir actuando (aunque en las instrucciones en los productos del mercado sólo ponga entre 2 y 10 minutos).  5) Después, aclara tu pelo con agua templada y, si has utilizado aceites, aplica dos o tres veces champú para eliminarlo bien.



¡En cuanto se te seque el pelo notarás una gran diferencia!

3.  Secado y estilizado

El calor y la humedad son dos condiciones que a nuestro cabello no le gusta un pelo.  Intenta evitar los secadores y las planchas y, si los utilizas, hazlo acompañado de algún producto que proteja tu cabello de las altas temperaturas.


Procura que tu pelo se seque sólo y, si le quieres dar algún estilizado, utiliza métodos sin plancha: rulos para los rizos, pinzas para el alisado… ¡como hacían nuestras abuelas!  Aunque podamos tardar un poco más que con las planchas, son métodos totalmente inofensivos y cuyos resultados duran lo mismo.  Merece la pena tener un poco de paciencia.



3.  Peinado y corte

Peinarse el pelo ayuda a estimular las células del cuero cabelludo, lo que ayuda a que no se produzca su caída.  Sin embargo, no es recomendable peinárselo más de 2 o 3 veces al día, ya que esto lo puede debilitar y dañar.



Otra clave esencial para el mantenimiento de nuestro cabello es cortar cada 6 u 8 semanas las puntas aproximadamente medio centímetro.  Lo podemos hacer nosotras mismas o en una peluquería.  Esto hace que desaparezcan las puntas abiertas y que nuestro pelo se mantenga fuerte y sano.



5.  Tinte

El tinte no tiene efectos positivos más allá que darte la imagen que buscas con un determinado tono.  Si te gusta el teñido, es importante hacer un esfuerzo adicional para mantener tu pelo hidratado.  Una alternativa menos agresiva para el cabello es el colorado



Otra opción, si estás dispuesta a ello, es darle un respiro a tu pelo y dejar de teñírtelo durante una temporada.  Al fin y al cabo, llevar tu color natural es mostrarte tal y como eres.  Créeme, tu pelo te lo agradecerá.

6.  Comida y deporte

Por mucho que trates de cuidar tu pelo desde el exterior, si no llevas una alimentación rica en nutrientes que ayuden a mantenerlo sano, tu esfuerzo será un desperdicio con el tiempo.

Algunos de los alimentos que contienen los nutrientes esenciales para el cuidado de tu cabello son el huevo, los frutos secos y la fibra con vitamina B, las frutas y verduras con vitaminas A y C y los pescados con omega-3.  Son buenísimos para el pelo, ¡y también para las uñas!



Por otro lado, el estrés es uno de los factores que más provocan el debilitamiento y la caída de pelo.  Trata de hacer deporte y ejercicios de relajación para equilibrar tu organismo y aliviar el estrés, así como para mantener tu cuerpo sano y fuerte.


Al final, somos una unidad donde todo está interconectado: si nos cuidamos integralmente, cada parte de nosotros estará en plena forma.


Sigue nuestros consejos y tendrás un pelo sano, un pelo radiante... ¡un pelo pato puk! 


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